EL CRACK CERO (GARCI - 2019)



 “EL CRACK CERO” (GARCI, 2019) 

https://www.rtve.es/play/videos/somos-cine/crack-cero/6118478/

https://www.rtve.es/play/videos/somos-cine/crack-cero/6118478/

Arriba adjunto dos enlaces para ver "El crack cero" (2019), dirigida por José Luís Garci, y el debate en RTVE. Algunas claves o consideraciones:  

    a) Me ha parecido una "peli" que retrata muy bien el ambiente o la época de cuando empezaba la transición en 1975. Si, para mí, la mejor novela negra de la transición ha sido "Los mares del Sur" (1979), de Vázquez Montalbán (una novela de la serie del detective privado de Barcelona, Pepe Carvalho), quizás me atrevería a decir que  "El crack cero" (2019) sea la "peli" del llamado cine negro de la transición. Garci había tratado esta época en plan comedia con "Asignatura pendiente" (1977) y "Solos en la madrugada" (1978). Sin embargo, "El crack cero" (2019) está hecha con una perspectiva o distancia respecto a la época de la transición que solo te puede dar el tiempo, pues han pasado más de 40 años de los hechos históricos que se narran en "El crack cero" (2019). Por contra, tanto  "Asignatura pendiente" (1977) como "Solos en la madrugada" (1978) eran contemporáneas de la época en que se rodaron y tenían un mensaje bastante sesgado en contra de la dictadura (Garci en aquella época era miembro del PCE, esto es, del partido comunista español).  


  b) "El crack cero" (2019) es una "precuela" de "El crack" (1981)  y "El crack dos" (1983), es decir, anterior en el tiempo a las otras dos, que transcurren en los ochenta. En cambio, la acción de "El crack cero", como se ha dicho,  transcurre en 1975. Curiosamente me pareció la segunda, "El crack dos", superior a la primera, "El crack". Recomiendo verlas, aunque no “traguen” a Landa (está irreconocible como el detective privado, Germán Areta).  



     c) Con respecto a Alfredo Landa, su figura cinematográfica merece un inciso o mención aparte. Fue, junto con José Luís López Vázquez, uno de los dos actores españoles más destacados o arquetípicos de la segunda mitad del S XX. Ambos representaban un tipo de español de clase media, que aspiraba a más (dinero, mujeres, posición social…). Pero, así como en el caso de José Luís López Vázquez, hemos de decir que su personaje cinematográfico despertaba simpatía, de forma que incluso cuando “metía la pata” (lo que sucedía muy a menudo), se hacía perdonar (quizás por aquello de que en la época del desarrollismo español de los años sesenta del siglo XX, el personaje de López Vázquez “no daba para más”). En cambio, el personaje de Landa ha “envejecido mal”. No lo decimos esto por el llamado fenómeno del ”landismo”, pues este fue un subgénero propio de una época, sino por el resto de sus películas, incluidas sus más famosas. Parafraseando una escena de la película “Nixon” (por Oliver Stone, 1995), donde el personaje de Nixon, interpretado por Anthony Hopkins, está contemplando un retrato del asesinado John Kennedy y dice (hablo de memoria): “cuando la gente te mira, ven a quien quieren ser; cuando me miran a mí, se ven como son realmente”;  diremos que, en el caso de López Vázquez, sus errores o “meteduras de pata” podían ser perdonados  por el público. En cambio, en el caso de Alfredo Landa, uno cree que la gente veía en él al tipo de “españolito medio” que ahora no quisiera recordar. En efecto, salvo en sus colaboraciones con Garci, Alfredo Landa siempre interpretaba un tipo con aire bobalicón, fácil de enredar, al que todo salía mal y que producía una sensación de lástima. Uno cree que este aire de perdedor lo llevaba en películas como “El Puente” (Juan Antonio Bardem, 1977), “Las verdes praderas” (Garci, 1979) o “Sinatra” (Francesc Betriu, 1988), por decir algunas de sus más emblemáticas. Esto, en mi opinión, ha hecho que sea un actor cada vez más convenientemente olvidado. En mi caso, me alegré cuando “rompió” sus registros interpretativos habituales con las pelis del “crack” y creo que debería haber seguido interpretando más “pelis” de esta serie “mientras el cuerpo aguante”, como dirían los castizos.

  d) Tanto Alfredo Landa como su ayudante, Miguel Rellán, hicieron una creación en  "El crack" (1981)  y "El crack dos" (1983). Por lo que, cuando fui a ver "El crack cero" (2019), además rodada en B/N,  me esperaba un desastre sin paliativos. Sin embargo, los dos protagonistas de esta última (desconocidos para mí) hacen "suyos" los personajes de Landa y Rellán. 


Por otra parte, mientras que las tramas de  "El crack" (1981)  y "El crack dos" (1983) me parecieron demasiado "americanas", en cambio, la trama de "El crack cero" (2019) me pareció totalmente "española" y, además, de las que  solo podían suceder en aquella época. Al respecto, considero que el género negro (tanto en cine como en novela) ha de ser un reflejo de la realidad social de un país en una época determinada. Por ello, por ejemplo, una trama policíaca sobre el rodaje de pornografía en España en los finales del franquismo (principios de los setenta) sería "creíble", dada la censura existente en aquella época. En cambio, por ejemplo, una trama sobre destilerías de alcohol ilegales no resultaría en absoluto creíble porque en España nunca hubo una Prohibición como en América. De igual manera, en la actualidad, una trama en torno a fraudes por internet sí que sería creíble pero quizás hace 10 años, no. A modo de conclusión, si una trama  no resulta creíble, entonces la "peli" o novela puede ser válida como un entretenimiento (pongamos, por ejemplo, una trama a lo James Bond), pero no como una muestra del  "género negro". 


En el caso de "El crack cero" (2019), al igual que la novela "Los mares del Sur" (1979), la trama es propia de la transición. Trasladada la acción de dichas obras a otra época, la trama no resulta creíble. Esto es lo que sucedió con una adaptación cinematográfica del año 2002, de "Los mares del Sur" (1979), con Juanjo Puigcorbè haciendo de Carvalho y dirigida por un tal Philippe Venault, ambientada en el mismo año en que se rodó, esto es, en el S XXI. Simplemente aquella "peli" no funcionó porque no resultaba creíble. 

Volviendo a "El crack cero" (2019), creo que es una película rodada con "caspa", donde todo parece trasnochado, fuera de lugar y con mucho diálogo (estamos en 1975). Aquí no hay sutilezas con la cámara ni mensajes "ocultos" en determinados planos. Sin embargo, la película funciona porque nunca pierde el ritmo. Como escena favorita, me quedo cuando un inspector le explica al protagonista una jugada de un partido de fútbol como un símil de afrontar la vida... Aquí pensaba que la película se iba a estrellar, vamos, que la escena iba a ser larga y aburrida. Sin embargo, en mi caso, el relato de este inspector me mantuvo “clavado” en el asiento.

Por todo eso me parece "El crack cero" la mejor de esta serie “crack”, sobre el detective privado, Areta y su ayudante, “el Moro”. 

e) ¿Habrá una continuación? La "peli" nos deja con una trama sin resolver, la del cliente con el "rolex", y dos mujeres "estupendas", Remedios (Patricia Vico) y Luisa (Macarena Gómez), con ganas de rehacer su vida y a nuestro protagonista, soltero y sin compromiso...  

Por último, si se animan a verla, no se pierdan el debate en RTVE (ver el link al principio). 


En Barcelona, a 24 de enero de 2020.



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